LA DIETA EN EL SPI
La dieta hace la diferencia
La dieta puede tener un efecto significativo sobre los síntomas de muchas afecciones crónicas, y SPI no es una excepción. Si bien no existe una «dieta SPI» específica, sus elecciones dietéticas pueden marcar la diferencia e incluso pueden ayudar a evitar una noche de «caminata nocturna» no deseada.
Para muchas personas con SPI, la dieta óptima se reduce a evitar cuatro ingredientes comunes: cafeína, alcohol, azúcar y sal. Preste mucha atención a su dieta y SPI para determinar si alguno de estos ingredientes desencadena síntomas de SPI.
Los estudios de investigación han demostrado que la cafeína es un desencadenante de SPI. Además de evitar el café y el té con cafeína, asegúrese de revisar las listas de ingredientes de fuentes ocultas de cafeína en refrescos, chocolate, bebidas energéticas y otros alimentos de conveniencia. Otro desencadenante común de SPI es el alcohol, que interrumpe el sueño y, a su vez, exacerba el SPI. Esté atento a las fuentes ocultas de alcohol en productos como mostaza, extractos, salsas (p. Ej., Bearnesa o bordelaise) y fondue.
Como anécdota, muchas personas informan que el azúcar, los azúcares artificiales (como los que se encuentran en productos reducidos en calorías y pérdida de peso) o la sal aumentan sus síntomas de RLS. Con la sal, se cree que el exceso de retención de líquidos puede estimular los componentes sensoriales en las piernas que desencadenan sensaciones de SPI.
Si su proveedor de atención médica determina que una deficiencia de vitaminas está contribuyendo a su SPI, entonces se le puede indicar que complemente su dieta con hierro, vitamina B12 o ácido fólico.
De hecho, todos los pacientes con SPI deben tener sus reservas de hierro controladas. El hierro es vital para el funcionamiento del sistema de dopamina del cerebro. Además, la deficiencia cerebral de hierro es un factor contribuyente conocido a SPI. Para alguien con SPI, es importante mantener un nivel de ferritina (hierro en sangre) en suero por encima de 75–100 microgramos por litro (medido por una prueba de laboratorio de ferritina en suero). Las reservas bajas de hierro se correlacionan con una mayor gravedad de los síntomas de SPI.
Si su nivel de ferritina es bajo, su médico puede pedirle que aumente su ingesta dietética de hierro a través de suplementos o alimentos. Puede encontrar hierro hemo (de origen animal) en carne de res, aves, mariscos y pescado; y hierro no hemo (de origen vegetal) en alimentos como tofu, frijoles, frutas, vegetales y cereales enriquecidos, arroz y pasta. Para absorber la mayor cantidad de hierro, evite los suplementos o coma alimentos con alto contenido de calcio (por ejemplo, suplementos de calcio, productos lácteos) durante dos horas antes o después de tomar hierro. Los taninos en el café y el té también reducen la absorción de hierro. Por otro lado, el consumo de alimentos ricos en vitamina C, como las fresas o el jugo de naranja, puede mejorar su absorción de hierro.
Su médico también puede recomendar terapia de hierro por vía intravenosa o suplementos de hierro por vía oral para tratar su SPI. Los suplementos de hierro solo deben tomarse bajo el cuidado y la supervisión de un proveedor de atención médica.
Otro elemento dietético a considerar es el magnesio. El magnesio desempeña un papel en la regulación de la síntesis de proteínas, la función nerviosa y muscular. Es vital para la función de los receptores de ácido gamma aminobutírico (GABA) en el cerebro, que inician el sueño. El bajo contenido de magnesio puede causar una variedad de problemas de salud, que incluyen entumecimiento, hormigueo, espasmos musculares, calambres y dolor muscular.
La cantidad diaria recomendada de magnesio es de aproximadamente 400 mg para adultos. Puede encontrar magnesio en vegetales de hoja verde, cereales y, en menor medida, en alimentos que contengan fibra. Los alimentos que interfieren con la absorción de magnesio incluyen bebidas gaseosas, azúcar, alimentos ricos en carbohidratos, cafeína y alcohol. Sin embargo, hay poca investigación que demuestre que aumentar el magnesio a través de la ingesta de suplementos mejora el RLS. Consulte con su proveedor de atención médica antes de tomar cualquier suplemento, ya que cantidades moderadas de algunos minerales pueden causar toxicidad.
Si sufre síntomas gastrointestinales como gases, hinchazón, dolor abdominal, diarrea intermitente y estreñimiento, o anemia, entonces su proveedor puede evaluarlo para detectar dos trastornos que deterioran la absorción de hierro: sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) y enfermedad celíaca. El vínculo común entre estos trastornos es el gluten. Si bien hay poca evidencia que sugiera que el gluten causa o exacerba el RLS, una investigación limitada ha demostrado un vínculo entre la ingestión de gluten y los cambios en las bacterias en el intestino, lo que puede provocar SIBO. Para las personas que tienen SIBO, el intestino delgado no absorbe los nutrientes como debería.
La enfermedad celíaca es un trastorno inmunitario en el que la ingestión de gluten puede dañar el intestino delgado y limitar la absorción de nutrientes. Si tiene niveles bajos de hierro persistentes en las pruebas de laboratorio y está tomando suplementos de hierro por vía oral según las indicaciones, su médico puede ordenar un análisis de sangre de anticuerpos específico para detectar la enfermedad celíaca.
Si le diagnostican SIBO o enfermedad celíaca, su médico puede recomendarle una dieta libre de gluten para aumentar la absorción de nutrientes y, en particular, de hierro.
Al hacer cambios en la dieta o comenzar suplementos para mejorar los síntomas de RLS, tenga en cuenta que la obesidad está asociada con RLS, y mantener un peso saludable en general puede ayudar a aliviar los problemas de salud. Pregúntele a su médico sobre los cambios en la dieta que puede hacer para mejorar su salud, como seguir la dieta mediterránea o una dieta sin gluten. Asegúrese de evitar las dietas de moda, que son difíciles de mantener e incluso pueden causar aumento de peso a largo plazo. Al tomar medidas para un estilo de vida más saludable haciendo ejercicio moderado y comiendo bien, puede avanzar hacia la mejora de su SPI.
https://rlsfoundation.blogspot.com/2020/04/eating-with-rls.html
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