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SALUD SUEÑO

SALUD SUEÑO

Sólo 1 de cada 3 pacientes con insomnio crónico pide ayuda al médico, alertan los expertos

Madrid, 31 ene

La idea errónea pero generalizada de que es normal «dormir mal» provoca que solamente uno de cada tres españoles que sufre insomnio crónico pida ayuda al médico, pese a que se trata de un problema de «salud pública» porque la falta sistemática de sueño es un factor de mortalidad.
Así se ha puesto de manifiesto hoy en la jornada ‘España tiene sueño, un problema a resolver por la sociedad’, organizada en Madrid por la Asociación Española del Sueño (Asenarco) y el Foro Español de Paciente (FEP) con la coordinadora del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del hospital General Universitario de Castellón y del grupo Economía, Empresa y Sostenibilidad de la Alianza por el Sueño, Carmen Bellido; la presidenta de la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), Ana Jiménez.
También han participado el pediatra en trastornos del sueño Gonzalo Pin; y el coordinador del Behavioural Design Lab en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), Manuel Armayones.
Estos expertos han coincidido en que el insomnio constituye una «epidemia» a menudo provocado por la sobreestimulación de las redes sociales y últimas tecnologías, y han urgido a acudir a los profesionales médicos y no a la automedicación para atajar correctamente esta enfermedad con numerosas consecuencias personales y sociales.
Entre los muchos datos que han ofrecido para acreditar la relevancia del insomnio, que las personas que aparentemente están totalmente sanas y que empiezan a dormir mal multiplican por tres el riesgo a pasar a padecer un problema de salud mental.
La médico especialista en el trabajo Carmen Bellido ha alertado del bajo porcentaje de enfermos del sueño que acude a su facultativo y ha planteado que psicólogos, médicos y enfermeros pasen a incluir en sus cuestionarios la pregunta «¿cómo duerme usted?» para lograr un diagnóstico.

Cinco millones de personas sufren insomnio

Así aflorarían un gran porcentaje de casos puesto que cuatro de cada diez españoles tiene problemas para conciliar o mantener el sueño, y entre el 10 y 15 por ciento sufre insomnio crónico (5 millones de personas), que es cuando se padece más de tres veces por semana o más de tres meses.
A diferencia de lo que ocurre con la ansiedad y la depresión, por el insomnio «no se dan bajas médicas» aunque está constatado que está muy ligado a la salud física y mental del individuo, así como a las relaciones sociales y a la productividad laboral, como por ejemplo en el ámbito sanitario donde se sabe que el profesional que no ha dormido lo suficiente multiplica por cuatro la probabilidad de errar.
La presidenta de AESPI y desde hace dos décadas paciente en grado severo del síndrome de piernas inquietas, Ana Jiménez, ha destacado que la falta de sueño provoca en un principio una sensación de soledad que acaba convirtiéndose en «tristeza», un sentimiento que arraiga y que resulta «muy difícil de gestionar» especialmente por las noches, «que son muy largas y donde estás solo».
Jiménez ha apostado por que el paciente se rodee de expertos y de personas que entiendan su problemática, y ha aconsejado acudir a las asociaciones que, como AESPI, tienen «un papel importante de entendimiento y acompañamiento». También por impulsar la «conexión médico-asociaciones», poco desarrollada hasta ahora.

Dormir no es perder el tiempo

Entre los motivos por los que se duerme peor, que no se respeta el derecho laboral «a parar» a menudo por el encargo de tarea a través de los dispositivos móviles, lo que provoca «cerebros hiperestimulados» y la idea equivocada de que «dormir es perder el tiempo».
«No hay sueños sin un buen sueño», según el experto de la UOC Manuel Armayones, quien ha lamentado que, «por desgracia», este problema no ocupe la agenda de los políticos, y ha puesto como ejemplo que desde las instituciones e, incluso las empresas, se promueve el ejercicio y la dieta saludable pero no la práctica del sueño, cuando dormir se ha comprobado que es un elemento neuroprotector.
Los especialistas han recomendado la siesta aunque por un tiempo no prolongado, ya que los estudios constatan que practicarla durante alrededor de 20 minutos, y no mucho más, mejora la productividad laboral, para lo cual recomiendan a las empresas esos momentos de descanso mediante la adecuación de espacios.

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