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«ESPAÑAS» por Regina Díaz

Sin lugar a dudas, la Península Ibérica presenta una singularidad y características únicas.

Su situación geográfica periférica respecto al continente europeo y la configuración de las unidades de relieve que la componen, numerosas y elevadas, han hecho de ella un lugar único desde los puntos de vista histórico y geográfico, desde todos los puntos de vista opino.

Me gustaría recalcar la importancia del relieve peninsular a la hora de “diferenciar las dos Españas”, la Vacía y la Llena, como yo denomino a ésta última. Las unidades de relieve son extensas en latitud y longitud. Se disponen conformando una muralla periférica y paralela a la costa, una fosa elevada y otras murallas o alineaciones paralelas de relieve, creando así gran distancia entre el interior y la costa. La única llanura importante es la bética en la desembocadura del Guadalquivir y la levantina de menor extensión.

A diferencia con otros países europeos, podemos observar que, en estos últimos, un pueblo sigue a otro a escasa distancia, creando una “tela de araña”. Resulta curioso que encontremos la España Vacía tan cerca de ciudades como Madrid. A poco que nos alejemos de la capital y su conurbación, nos encontraremos en “campo abierto”, ante un horizonte en el cual no podemos otear un pueblo detrás de otro como ocurre en otros países europeos. Obedece, a mi juicio, a esas características geográficas únicas, que han dejado su impronta en nuestro territorio a lo largo de los siglos sumado a los acontecimientos históricos, lo que ha propiciado la aparición de “las dos Españas”.

Fuente: internet. Unidades de relieve de España. Grandes cadenas montañosas, mesetas elevadas.

Las densidades de población más elevadas se concentran en las costas, con alguna excepción y, por supuesto, la capital, Madrid. Al resto, lo conocemos hoy en día cómo “la España Vacía”.

Muchas personas se lamentan por la situación de la España Vacía o Vaciada, como algunos prefieren denominarla. Se llora por su abandono institucional, social, económico, sanitario, educativo…su abandono. Pueblos fantasmagóricos, pueblos envejecidos, ciudades medias ancladas en otra época. Teruel pierde tres habitantes cada día. El pueblo de Libros (Teruel) tiene fibra óptica, pero ninguna empresa de comunicaciones se hace cargo del suministro porque no resulta rentable. Viajar en tren desde Teruel a Madrid, resulta una odisea ya que no hay conexión directa. La carretera que discurre entre la población de Libros y la provincia de Cuenca, es extremadamente peligrosa por el estrecho trazado de la calzada y su sinuosidad acuciante, produciéndose numerosos accidentes de tráfico. Éstos son tan solo algunos ejemplos de lo que podemos encontrar a lo largo y ancho de la España Vacía.

Fuente: Diario Público. 31/03/2019. Madrid. En color negro, zonas con conexión deficiente a internet

Aun consiguiendo representación parlamentaria, buscada durante años por grupos políticos como Teruel Existe, no es fácil alzar la voz y aclamar lo que muchos ciudadanos desean: que se reconozcan todos sus derechos territoriales al igual que son reconocidos en el resto del territorio español. Es más, incluso se les ha tachado de separatistas. La política es así. Nunca llueve a gusto de todos.

Mi opinión al respecto podría tildarse de antagonista al desarrollo de la España Vacía y, en parte es así. La España Vacía lo es y lo ha sido siempre por las características que he mencionado anteriormente. Mi parecer es que el problema radica no en que la España Vacía siga vacía, sino en que la España Llena lo esté cada día más. Esto se traduce en que todos los avances sociales, políticos, sanitarios, educativos, etcétera, se concentran allá donde existan más moradores, no en la aldea leonesa en la cual ya solo viven tres octogenarios.

Los procesos de industrialización de la era moderna, hicieron de plataforma para agudizar la situación actual de la España Vacía y, de la Llena. Grandes industrias se situaron periféricamente en la Península o en ciudades interiores grandes. Altos hornos, atarazanas, industria textil, industria del automóvil, industria conservera, ingeniería civil, hospitales, centros educativos, sedes institucionales, etcétera. Las ciudades costeras o cercanas a la costa, crecieron al son del desarrollo industrial y, años más tarde, con la entrada triunfal del turismo de sol y playa. La España Llena, se llenaba cada vez más y la Vacía se veía arrollada por el desarrollo imparable de la primera, convirtiéndose así mismo en el escaparate de la emigración de las zonas interiores a las periféricas y a las grandes capitales. Cuántas familias andaluzas emigraron, por ejemplo, a Cataluña o a la Comunidad Valenciana.

Municipios que concentran el 90% de la población (en verde), ocupando el 30% del territorio nacional

Fuente: Diario El País, 06/10/2019

Podría perderme en innumerables detalles sobre lo acontecido en párrafos anteriores. Ahora, sin embargo, me gustaría defender los beneficios del “no desarrollo” o, mejor dicho, desarrollo sostenible, de la España Vacía.

Las cosas ocurren por algo. En este caso y, volviendo al principio del texto, insistiré en la composición del relieve que conforma la Península Ibérica y que separa, por decirlo así, la España interior o vacía, de la España periférica o Llena. Casi podemos empezar a reconocer nuestro relieve actual si nos fijamos en los plegamientos acaecidos desde el Terciario, hace unos sesenta y cinco millones de años aproximadamente. Personalmente me alegro que podamos reconocer a día de hoy algo tan importante y bonito como es nuestro relieve. La impronta del relieve en nuestro territorio ha condicionado la cultura y señas de identidad de las “dos Españas”.

En la actualidad, el ritmo vertiginoso de la vida, potenciado por las nuevas tecnologías, desdibuja la esencia de estas señas de identidad. Desde mi punto de vista, es necesario encontrar el equilibrio entre la España Vacía y la España de Alta-Media Velocidad. No creo que sea conveniente desvirtuar la España Vacía con los avances de la España Llena. Debemos centrarnos en acercar los progresos alcanzados por la España Llena a los territorios olvidados y desfavorecidos, pero, en su justa medida.

A mi juicio, soy partidaria de recuperar e incrementar la vida en la España Vacía sin someterla a la vorágine que altera la España Llena. Se deben encontrar fórmulas adecuadas y adaptadas a la España Vacía que permitan un desarrollo acorde con su esencia, fórmulas que saquen del ostracismo a todos esos territorios olvidados sin perjudicar su esencia, pero, a fin de cuentas, considero que los avances de la España Llena no favorecen a la España Vacía. No todos ellos, no en medidas desmesuradas. Entiendo que conservar la naturaleza del territorio, sus costumbres y cultura no tiene precio y, es mucho más importante preservar estos valores ante todo. Dignificar y divulgar su inmenso valor, son cuestiones primordiales ante la acuciante despoblación y el abandono institucional.

En definitiva, no es la España Vacía la que debe acercarse a la España Llena. Es ésta última la que debe mirar a la primera y estar orgullosa de saber que poseemos un patrimonio natural, cultural y humano, que bien vale la pena salvaguardar, proteger y fomentar antes que deteriorarlo con el olvido y al mismo tiempo, integrar en el futuro y en los avances, de manera sostenible, a todos esos territorios.

Nací, crecí y vivo en la España Llena, pero me inclino por aquella España única e irrepetible, de paisajes asombrosos, increíbles recursos y buena gente. Esa España que, aunque se denomine Vacía por muchos, para mi está Llena de lo más importante, su esencia conservada y maravillosos pobladores.

Dedicado con cariño a Sagrario Casino y María Gil

Regina Díaz

Comentarios (4)

  • PURIFICACION TITOS GALIAN

    Fabuloso artículo, Regina. Haces un descripción muy real y poco habitual de nuestra España. Me gusta tu punto de vista sobre la Vacía y la Llena. Y comparto que de nada serviría intentar «cambiar los papeles» o llevar el modo de vida de una a la otra.
    Lo cirerto es que, esos espacios bonitos y naturales, necesitarían de imaginación y ayuda, para seguir animando a más personas a apostar por quedarse en ellos. La solución se me antoja difícil.
    Muchas gracias por tu original aportación!

    9 febrero, 2020 at 07:54
  • Regina

    Gracias Puri. Me alegro que te guste el texto. Es una visión geográfica 100%. La Geografía, tanto desde el punto de vista físico como del humano, es una gran desconocida y olvidada, al igual que nuestro SPI. Una comparación un tanto extraña, pero así es.

    14 febrero, 2020 at 11:57
  • ROSA FERNANDEZ GARCIA

    Regina fantástica exposición. España vacía de gente y servicios pero llena de vida, experiencia, posibilidades y buena gente. España llena de gente, de servicios y opciones pero vacía de tiempo para las cosas importantes. Las dos Españas llenas de buena gente que juntas seguro que aunque la solución también se me antoja difícil serán capaces de encontrarla.

    15 febrero, 2020 at 21:49
    • Regina

      Gracias Rosa.
      A pesar de los avances que el ser humano ha conseguido en su evolución, la España Vacía sigue, después del avance del tiempo, vacía. No es un problema actual. En mi exposición he tratado de reflejar la gran importancia que el relieve peninsular ha tenido y tiene en esta realidad y si merece la pena que dichos avances de la España Llena se incorporen masivamente a la España Vacía. Reitero que la España Vacía debe incorporar ciertos progresos de manera sostenible, salvaguardando la integridad del territorio y la de sus moradores.
      Grupos de trabajo multidisciplinar, formados por biólogos, economistas, geógrafos, historiadores, geólogos, sociólogos, políticos, etcétera, serían adecuados para trazar planes de viabilidad dirigidos a la posible solución de las «Españas». Desde mi punto de vista, no solo los territorios que conforman la España Vacía deberían contar con dichos planes. También los territorios de la España Llena necesitan un trabajo multidisciplinar que permita el desarrollo sostenible y una ordenación del territorio adecuada.
      El trabajo multidisciplinar es una tarea ardua, requiere un gran esfuerzo por parte de todos los implicados, pero estoy segura que merecería la pena aunar los diferentes enfoques para allanar el camino ante posibles soluciones beneficiosas para todos.

      20 febrero, 2020 at 09:38

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